Cada vez que leo un poema que me gusta, encuentro que una de las razones de este placer es el juego con el lenguaje, el juego de palabras que hacen con uno o más idiomas a la vez en un poema, el juego del significado, su connotación, un neologismo, una invención de una palabra, y otras más razones son que uno se sorprende de lo rico que puede ser el lenguaje. Les presento grandes literatos que demuestran en sus poemas su vasto vocabulario de la lengua española, principalmente. Aquí sí aplica la frase dirigida al escritor: «Tú, que lo sabes todo y si no, te lo inventas…crea una obra.»
Cronoterapia bilingüe de Mario Benedetti en El amor, las mujeres y la vida:
Si un muchacho lee mis poemas
me siento joven por un ratoen cambio cuando es
una muchacha quien los lee
quisiera que el tictac
se conviertiera en una tactic
o mejor dicho en une tactique.
Levitaciones de Raúl Aceves en La mirada del camaleón:
[…] Sólo para tus ojos
de travesía marina
la incertidumbre enarbolada
del que te ama
en pez y nado. […]
Descelestada deidad de A. André Sanfar:
[…] Imposible desaparecer este sensamiento,
contigo o sintigo,
esto es un martirio,
crearé un nuevo mandamiento,
mejor aún / a un nuevo Dios,
no tan común,
que no diga adiós.
Este fragmento de un poema de Mario Islasáinz me lo encontré en una revista de poesía llamada Bistró, con el título: Un poema de Mario Islasáinz, no sé si ese sea el título del poema o lo desconozco pero es éste:
Este fin de semana
los Soles negros cubrirán
a las sombras artísticas
volviéndolas invisibles,
se desgajarán desde la oscuridad
abarcándolo todo,
las harán parecer una barca sin rumbo
a la que acudir después de ahogado el mar,
un silencio entre sordos
imposibilitados de mirar
tanta desgracia,
queda la esperanza de hallar la forma
de romper con la dolorosa indiferencia
que lastima más allá del corazón.
Y es que somos demasiados los menos
y tan pocos los más,
que no basta el remar
con la desconfianza colgada al hombro
y a contracorriente en este estéril riachuelo
en el que aún algunos se atreven,
cuando hasta el respirar provoca pánico
al saberse inmerso en el -no se puede-
deshaciéndose en el inquietante –mientras-. […]
Aunque el siguiente texto de Julio Cortázar no sea un poema sino un cuento denominado Alegría del Cronopio del libro Historias de Cronopios y Famas, no puedo evitar la genialidad con el lenguaje que juega a la literatura, pues se observa que tiene cierta mirada poética, simplemente no lo puedo pasar por alto, ¿cierto lingüista?
[…] Encuentro de un cronopio y un fama en la liquidación de la tienda La Mondiale.
—Buenas tardes, fama. Tregua cátala espera.
—¿Cronopio cronopio?
—Cronopio cronopio.
—¿Hilo?
—Dos, pero uno azul.
El fama considera al cronopio. […]
Cierro con una frase humorística de Facundo Cabral, que se escucha mejor de lo que se lee, que dice así:
I love you,
Hay labio,
Hay oreja,
Hay nariz.